jueves, 15 de abril de 2010

¡Hi Hitler!/¡Qué honda Chávez!



Una de las noticias del día en el panorama internacional se ocupa de informar acerca de la toma de Juramento que el presidente venezolano Hugo Chávez ha hecho a más de 30.000 hombres y mujeres.Bautizó el día de hoy como “Día de la Milicia Bolivariana, del pueblo en Armas y la Revolución de Abril”.

En este acto no se hizo gala de los 100.000 fusiles Kaláshnikov que el Gobierno venezolano compró recientemene a Rusia. Quizás para eliminar la imagen de que Venezuela está en medio de una “carrera armamentística”. Algo realmente contradictorio dado que nos encontramos en medio de un acto en el que se fomenta el arte de la Guerra defensiva y ofensiva.

A parte del espíritu de odio que engrosa las calles de Venezuela (característico por ejemplo del Gobierno de Hitler) y de la mala educación que Chávez ha demostrado en asuntos diplomáticos en numerosas ocasiones hacia algunos líderes y Gobiernos del resto del mundo; las últimas declaraciones del presidente (que han hecho relación a lo que más arriba decía sobre la “carrera armamentística” y al emisor de este mensaje, EEUU), se encargan de reforzar la imagen manipuladora e intolerante de Chávez. Esto fue lo que dijo: “Hay que tener cinismo para decir eso, sobre todo si lo dice ese imperio maldito que es el imperio yanqui, que un día desaparecerá de la faz del planeta”. Con todos mis respetos señor Chávez le ha faltado poco para entonar el “Muerte a los Yanquis”.

He hecho alusión en líneas superiores a Hitler (exageración, podrían algunos pensar) sin embargo a mí es un tema que me asusta y preocupa al mismo tiempo. No puedo evitar encontrar ciertas similitudes en el carácter y la forma de actuar entre el que fue el protagonista de uno de los mayores males que asoló a la humanidad y el líder venezolano. Me asusta ver cómo Chávez infunda el odio y promueve la violencia y la intolerancia entre sus seguidores, por otra parte el presidente goza de la simpatía y el apoyo del pueblo venezolano; si bien es cierto también que ha sido el propio presidente el que se ha encargado de “callar las bocas” de todo aquel que no es de su misma opinión.
¡Sí señores!. Pleno Siglo XXI, tenemos un presidente estadounidense negro, las barreras comunicativas se han echado abajo gracias a internet y al avance de las telecomunicaciones, una persona puede desplazarse de Madrid a Nueva York en 8 horas, pero sin embargo en SudAmérica hay personas que son encarceladas por dar su opinión.

Se supone que la historia nos tiene que servir para tener constancia de errores pasados y no recaer en el futuro. Y he aquí mi pregunta: Líderes de las mayores potencias mundiales ¿a qué esperan para frenarle los pies a este personaje?; ¿qué es lo que hace falta para que se den cuenta del poder e influencia que tiene Chávez?. No cometan el error de subestimarle, porque si no, dentro de poco en vez de cantar el “Hi Hitler” nos encontraremos ante un “Qué honda Chávez”.

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