miércoles, 3 de noviembre de 2010

Segunda visita del Papa Benedicto XVI a España


La visita del Papa a Barcelona y Santiago durante esta semana está trayendo de la mano, aparte de movilización policial y ciudadana, una larga polémica. Su Santidad visitará Santiago de Compostela el sábado día 6 con motivo del año jubilar, y Barcelona el domingo día 7.
Esta última parada será más especial puesto que el pontífice bendecirá la magnífica catedral de la Sagrada Familia y oficiará una misa.

Es la segunda visita del Papa a España en lo que lleva de pontificado, la última fue en el V Encuentro Mundial de las Familias en Valencia en el año 2006. Todos los cristianos lo esperan con impaciencia, pues en estos tiempos de desesperanza, desilusión, lucha frenética por alcanzar el mayor puesto en cualquier materia, y egoísmo, las visitas papales siempre dan calma, serenidad y sobre todo, sentido común.

El Papa viene con un propósito claro y conciso para todos “para que todas las personas puedan encontrar en ellas la luz para vivir con dignidad y esperanza para construir un mundo mejor".

Se prevé para ese fin de semana diversas manifestaciones en contra de la visita de Raztinger de mano del colectivo gay y de los independentistas catalanes. Es curioso que siendo su máxima la tolerancia y el respeto (exigiéndolo siempre como carta de presentación en todas sus apariciones públicas) no hagan gala de esos principios.
Se quejan del desembolso económico que esta visita va a “provocar” al gobierno catalán; pero a nadie se le ocurre quejarse de las molestias que causan el corte de las calles en Madrid durante la jornada del Orgullo Gay o durante las diversas manifestaciones políticas y el coste que estas reportan, además.

Esta fijación con la Iglesia católica llega a ser enfermiza ya… Tampoco se han parado a pensar en los beneficios que se van a producir, tanto económicos como culturales por ejemplo, para la lengua catalana, puesto que el Papa por primera vex en la historia oficiará la misa en catalán.
De este último punto se ha hecho eco el presidente del PP Mariano Rajoy, el cuál piensa que es “lo mejor que le ha pasado al catalán nunca” y también asegura que está a favor de esta lectura en catalán puesto que no se trata de una lucha entre lenguas posicionando a una por encima de otra, sino una divulgación de la diversidad cultural que España posee.